Allá por San Gil cerca del Mercado
Vean lo que ocurrió en mi edad juvenil
allá por San Gil, cerca del Mercado
en los años aciagos en que me vine de Albarracín,
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Una bella mujer se perdió por allí
allá por San Gil, cerca del Mercado
con mucho desenfado quiso llevarme a su cubil
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
De una forma vulgar, casi casi incivil
allá por San Gil cerca del Mercado
se me cruzó el asado y le di una leche en todo el perfil
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Aquella rata gris se me puso cerril
allá por San Gil, cerca del Mercado
roja como un prelado pidió mi cuello a su malandrín
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Un chulo con aspecto de mono mandril
allá por San Gil, cerca del Mercado
se presentó en mi cado con la mirada fiera y hostil
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Me puse a temblar, totalmente febril
allá por San Gil, cerca del Mercado
con gesto acobardado tomé la guitarra, miré el atril
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Por un feliz azar, este tipo pueril
allá por San Gil, cerca del Mercado
era un aficionado a la guitarra y al tamboril
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Sin cumplir su misión se largó del cubil
allá por San Gil, cerca del Mercado
cantando el recitado “No hago otra cosa que pensar en ti”
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Una suposición, aunque suene a infantil
allá por San Gil, cerca del Mercado
si este bobo iletrado hubiera sido sordo y cerril
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Me hubiera troceado como el hueso de un pernil
allá por San Gil, cerca del Mercado
ya estaría anunciado mi enterramiento por lo civil
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
En esta población, esta tarde y aquí
allá por San Gil, cerca del Mercado
habría en el estrado otro cantante más juvenil
allá por el Mercado, cerca de San Gil.
Entre la rue Didot et la rue de Vanves / G. Brassens
(Adaptación al castellano: J. Carbonell)
HOMENAGE À TROIS (2000)