Al sol que más calienta

Al sol que más calienta

Esta beata que arrastra los faldones
como blandas jaculatorias raídas
planta suspiros en todos escalones
por las almas que están medio podridas.
Y en pasitos de santa se promete
los premios que Dios da a quien persevera
con San José en la gloria, será suerte
haber estado bien soltera aquí en la tierra.

El rico que hundió a mil en la miseria
perdió la calma por la reforma fiscal,
cuida del arca con devoción suprema
como los clérigos de su virginidad.

Al tiempo que agoniza el padre enfermo
el hijo, más despierto, calculó:
echaré mano del trigo del granero
si casca pronto este viejo gruñón.

Y aquel gigante que duerme con pereza
se puso inquieto y látigo feroz
piensa orgulloso: si hoy corto tres cabezas
mañana serán cuatro a lo mejor.
No están los tiempos para irse con mesura,
–con mano dura se enjugará el sudor–
cuido la ley como a la flor más pura,
se cree un elegante el domador.

Y así la luz a todos nos reparte
su brillo como estrella lisonjera,
al que está cerca le alcanza en todas partes
y al más lejano apenas le marea.

(Letra: P. Navarrete
Música: J. Carbonell)

 

SEMILLAS (1978)