Acuérdate de mí
La indolencia, el hastío, el total abandono,
todos los verbos viejos saldrán en tu auxilio.
Una flor en la acera, una canción sin tono,
será como un desahucio, será como un suicidio.
No se mueve una hoja en la esfera del cosmos,
mientras alguien se besa un niño va a la guerra.
Amar es ensuciarse hasta sellar con plomo
las heridas que gritan cada vez que se cierran.
Te encontré en lo más hondo del deseo sin freno,
una prisa más torpe que la sed del viajante.
Me dejaste subir desde el sur a tu seno,
y me perdí camino de una boca ambulante.
Era la madrugada y aún quería soñarte,
se escapan las estrellas que volcaron su lumbre.
Volverán las miradas que no quise cobrarte,
no me olvides, princesa, cuando esto se derrumbe.
Serás la favorita, una novia sin boda,
los bancos nos invitan a sentar la cabeza.
La pasión se derrite, el blues no está de moda,
quédate en mis heridas, cúrame la tristeza.
No serás la señora de un reino almidonado,
no podré regalarte las flores de la duda.
Solo poseo un verso torpemente rimado,
un pasado perdido, una fruta madura.
Era la madrugada y aún quería soñarte,
se apagan las estrellas que mojaron la cumbre.
Volverán las miradas que no pude cobrarte,
no me olvides, princesa, cuando esto se derrumbe.
Era la madrugada y aún quería soñarte,
se escapan las estrellas que volcaron su lumbre.
Volverán las miradas que no quise cobrarte,
no me olvides, princesa, cuando esto se derrumbe.
(Letra y música: Joaquín Carbonell)
EL CARBÓN Y LA ROSA (2017)