Su primera incursión en el mundo de las letras llegó de la mano del periodismo, actividad que Carbonell siempre ha perseguido. A sus 14 años escribió, fotografió y editó una modestísima revista dedicada al deporte (fútbol, claro) y las fiestas de su pueblo. Entrevistó a los personajes más sobresalientes de la localidad: el delantero del Alloza CF, al secretario del Ayuntamiento, y a la reina de fiestas. Todo ello ilustrado con las fotos de una Kodak de fuelle que poseía su madre. Nacía así un periodista.
Su segunda experiencia en este apasionante universo del chismorreo tuvo lugar en 1968, año en que Alloza se vio agraciada con el segundo premio de la lotería del Niño. Una lluvia de millones cayó sobre el pueblo gracias a la suerte de Valero Minguillón, a la sazón, vendedor de los cupones. ¿Cuál fue la intervención de Joaquín en este acontecimiento? Tuvo el olfato periodístico de llamar urgentemente por teléfono a la redacción de Lucha, periódico turolense, para comunicar la noticia. De inmediato y en taxi, se presentó en la localidad un redactor del diario que cubrió el evento con fotos y grandes elogios a nuestro comunicante.
Fue en Teruel capital, año 1968, donde desarrolló plenamente su faceta de periodista-aficionado. Allí logró colaborar de forma semanal a través de una página propia en el diario Lucha dedicada a la música moderna. La página tenía un título muy elocuente: 7 por redondo, cuya cabecera había diseñado Cesáreo Hernández. Allí se hablaba de los primeros conciertos de Víctor Manuel o Serrat, e incluso de los comienzos de José Antonio Labordeta.
A la par que escribía, Joaquín también colaboraba en Discodelismo-68, un programa semanal de radio, junto a Cesáreo Hernández (a la sazón –¡qué bonita expresión!– compañero de voces de Joaquín), que dedicaban a la música también. Se trataba de ponerle sonido a la página periodística. La emisora, como no, era la Cadena Sindical, emisora del Movimiento.
Por si pudiera parecer que solo luchaba Carbonell, junto a él participaban nombres egregios como Federico Jiménez Losantos, hoy gran conductor de opinión en España; Pedro Luengo, excelente maestro y experto en medios de comunicación; el ilustre José Antonio Labordeta; José Sanchis Sinisterra, notabilísimo autor y director de teatro; Eloy Fernández Clemente, historiador único, figura imprescindible en la historia de Aragón; Carmen Magallón, destacada luchadora por la paz y el feminismo; Pilar Navarrete, que luego fue Directora General de Cultura; Agustín Sanmiguel, prestigioso experto en historia árabe; Gonzalo Tena, reputado pintor; Magüi Mira, que por entonces vivía de incógnito su pasión por el teatro… En fin, un gran puñado de personajes que coincidieron en esa etapa en Teruel, mostrando al mundo que la ciudad existía.
A Zaragoza llega en 1969 y allí continúa la imparable carrera periodística de Joaquín. Dado que en esta ciudad no puede estudiar periodismo, decide ejercerlo y, tras su etapa primera como cantautor, en 1982 abandona la música por el periodismo y la literatura, y se empeña profesionalmente en varias ramas de la comunicación, que pueden sintetizarse en unas cuantas referencias:
1982. Comienza a colaborar en el naciente diario El día. Al principio lo hace con una sección semanal de una página llamada Leña al mono.
1984. Entra como colaborador en TVE-Aragón, donde realiza todo tipo de actividades, desde guionista a presentador o director de programas. Allí pone en marcha espacios como Tres asaltos, Poemclip o Musicaire, por el que pasan todos los cantantes y grupos aragoneses de música, y donde graba por primera vez a un incipiente grupo de nombre Héroes del silencio.
1985-87. Colabora de paso en dos espacios para RNE y Radio Heraldo, programas que dirige y presenta.
1988. Retorna a El Día para elaborar el suplemento Los Aragoneses, junto a Roberto Miranda. De paso colabora también en el suplemento de humor, La Noche, con Miranda y Mariano Gistaín. Además, elabora la crítica casi diaria de TV bajo el título de La solana catódica. (Solana era el director de TVE).
1990-2014. Cuando nace El Periódico de Aragón (1990), Carbonell es fichado para trabajar en el nuevo proyecto periodístico, donde se encarga de la crítica de TV, bajo el epígrafe de La antena paranoica. Los 24 años que estuvo al frente de dicha sección quedan reflejados en siete mil artículos. Suscitó verdadera admiración entre los lectores, salvo alguna excepción: el mismo Pepe Navarro llegó a escribirle una hermosa carta en la que le insultaba sin ningún tapujo, de la que Joaquín presumía con orgullo: «¡Me ha escrito Pepe Navarro!». También en otra sección de este mismo periódico realizó diariamente una entrevista a personajes dispares, que suman más de siete mil, y por donde pasaron nombres de la talla de Rafaela Aparicio, Penélope Cruz, Paco Rabal, Sabina, Francisco Umbral, Gran Wyoming, y filósofos, deportistas, cocineros, y todas las misses aragonesas.
En 1992 publica Apaga y vámonos, guía para la supervivencia, (Ediciones B, Barcelona, 1992), el primer ensayo televisivo sobre las cadenas privadas y públicas. Además, como resultado de su dilatada experiencia en la crítica televisiva, ha participado en numerosos debates radiofónicos (Cope, SER, Onda Cero, RNE, en programas de Antonio Herrero, Julia Otero, Concha G. Campoy) y en TVE, TV Galega, y radios autonómicas.
Y, en colaboración con José Miguel Iranzo realizó un par de documentales biográficos: José Iranzo, el Pastor de Andorra (2007) y José Antonio Labordeta, con la voz a cuestas (2009). Antes, en 1986 ya había escrito y dirigido otro documental, Buscando a Charly desesperadamente, que viene a ser un ejercicio audiovisual destinado a mostrar la moda y la peluquería aragonesas, sustentado en una historia surrealista.
En septiembre de 2010 y durante todo el curso, Joaquín Carbonell colabora en No es un día cualquiera, el programa de RNE dirigido por Pepa Fernández, haciéndose cargo de la sección El gruñidero.
También ha impartido decenas de charlas-conferencia en institutos y casas de cultura en Aragón (Alcorisa, Montalbán, Teruel, Ejea, Tarazona, Zaragoza, etc.), Guadalajara, La Rioja, Valencia, Navarra, etc.